Kazajistán, un enorme país poco conocido, pero clave
Kazajistán, la enorme república exsoviética caracterizada por un ciclo de estabilidad desde la independencia de la URSS en 1989 –con un liderazgo comunista de viejo tipo de Nursultán Nazarbajev, que durante un cuarto de siglo gozó del respaldo popular–, fue escenario de violentos incidentes este enero, como consecuencia de manifestaciones iniciadas como protestas pacíficas contra el aumento del precio de los combustibles.
Según datos oficiales, 225 personas murieron y 2.000 fueron arrestadas. El gobierno del presidente en ejercicio, Kassim Jomart Tokayev, respaldado como sucesor por Nazarbajev, ha logrado de forma progresiva el retorno de la “normalidad”, gracias a la solicitada intervención militar rusa y al anuncio de un gran paquete de reformas sociales y ajustes de orden político.
A raíz de las confrontaciones, internacionalmente se ha recordado que fue en 1989 cuando se presentaron protestas contra la URSS, por la realización de pruebas nucleares, y que llevaron a su suspensión.
Allí estaba el joven Nazarbajev, quien había ingresado en 1962 al Partido Comunista de Kazajistán (PCK), rama del PCUS, en el que desarrolló su carrera política hasta llegar a ser presidente del Consejo de ministros, en 1984, y primer secretario del PCK.
Musulmán, casado y con tres hijas, Nazarbajev se mostró propenso al ateísmo durante la era soviética. Una vez líder de la nación independiente, Nazarbajev ha exhibido su herencia musulmana peregrinando a La Meca, apoyando la reconstrucción de mezquitas y combatiendo el terrorismo islámico.
En aquellos días, 1990, ocurrida la desintegración de la URSS, los comunistas ganaron en elecciones libres. Nazarbajev asumió el cargo de presidente por un período de cuatro años. Después ejecutó el libreto conocido: decretos de extensión de mandato, comicios con “mayorías abrumadoras”, condecoraciones a granel y elecciones con severas críticas de los observadores externos. La naciente democracia fue transformándose en una estructura patriarcal con gobierno unipersonal, a cargo de un líder con gran significación en la historia reciente de la nación.
Al lado de las críticas por corrupción, manipulación electoral, control de los medios de comunicación a través de su hija Darigá Nazarbáyeva y restricción de libertades, el mandatario recibió múltiples reconocimientos por sus logros económicos y la apertura a la inversión extranjera, incluidas compañías petroleras norteamericanas.
Nuevo nombre
Las principales ciudades y la propia capital, con su nombre modificado para llamarse ahora Nursultán en honor al caudillo, fueron sacudidas por millares de ciudadanos enfadados que tomaron las calles, incendiaron edificios públicos, chocaron con la policía, quemaron vehículos y derribaron estatuas.
La segunda capital más fría del mundo vivió jornadas muy calientes. El detonante fue el aumento nada cauto del 100 por ciento del precio de los combustibles.
Tokayev retrocedió anulando el incremento del GLP y los demás energéticos, propuso ajustes en el gabinete y anunció la implementación de medidas orientadas al bienestar de las gentes que tomaron las plazas y los parques, especialmente de las nuevas capas medias e instruidas, que lanzaron consignas contra la concentración de la riqueza y del poder.
Las demostraciones de descontento continuaron y la gente en la calle coreaba la consigna: ‘Shal Ket!’ (‘¡Vete, viejo!’), aludiendo a que, pese al retiro de Nazarbajev en 2019, este continuaba ostentando cargos decisivos y privilegios, encabezando el todopoderoso Consejo Nacional de Seguridad y la Asamblea del Pueblo.
Los ciudadanos exigieron revisar el modelo de transición planeada en la Presidencia. Tokajev produjo destituciones, y la Cámara Baja del Parlamento aprobó enmendar la Constitución para eliminar los cargos vitalicios. El presidente, invocando el Tratado de Seguridad Colectiva existente, solicitó la ayuda militar rusa y Moscú respondió de inmediato con un gran despliegue. La normalidad se restablece progresivamente.
Sin duda, la magnitud de la crisis política va a producir cambios en el interior del país.
La renta per cápita es de 9.000 dólares americanos, pero la desigualdad hace que muchas personas estén muy lejos de ese promedio. La caída de los precios de los energéticos durante los años previos a la pandemia y la propia enfermedad trajeron consigo una merma de la calidad de vida que ha exacerbado el malestar ciudadano y debe producir reformas.
El escenario político es complejo porque existe una sensación de ambivalencia en la institucionalidad. Se ha marchado el caudillo, pero habita en la política actual, tal es el sentimiento para quienes lo veneran y para quienes lo odian.
Tal sensibilidad es la que el Gobierno debe superar con medidas que satisfagan las aspiraciones ciudadanas sin provocar percepciones de inestabilidad o fragilidad en el mando y en el clima económico.
Mirando a Kazajistán
Kazajistán, como sus vecinos Uzbekistán, Kirguizistán, Turkmenistán y Tayikistán, formó parte del Imperio ruso desde mediados del siglo XVIII y de la URSS tras la Revolución de Octubre, hasta 1991 cuando proclamó su independencia y se definió como una república de marcado acento presidencialista.
Rusia y China han seguido la situación reciente de Kazajistán con toda atención, por ser un país con el que tienen profundos nexos económicos y políticos. La República de Kazajistán, la misma que en su hora Nikita Jrushchov promoviera como el “territorio de las tierras vírgenes soviéticas”, comparte una frontera de 7.598 Kilómetros con Rusia, la segunda frontera más larga del mundo, después de la existente entre EE. UU. y Canadá. A su vez, la frontera kazajo-china comprende 1782 kilómetros, de los cuales. 566 son acuáticos.
El escenario político de Kazajistán es complejo porque existe una sensación de ambivalencia en la institucionalidad
Rusia es el primer socio comercial de Kazajistán, su comercio bilateral superó con creces los 20.000 millones de dólares en 2021. China es el segundo socio, alcanzando los trece mil quinientos millones de dólares el año anterior.
El diálogo político con Rusia es muy intenso, los dos países han suscrito en 2013 un tratado de buena vecindad y alianza. Después de los kazakos autóctonos, la comunidad rusa es la segunda del país. En cuanto a China, en 2011 se produjo una declaración conjunta para reforzar su cooperación.
Para entender tanto la petición de Kazajistán como la inmediata movilización militar rusa es preciso saber que en el territorio kazako, el noveno más grande entre todos los países, hay objetos estratégicos para Rusia como el cosmódromo de Baikonur, desde donde Rusia lanza sus misiones espaciales. Cuando ocurrió la desintegración de la URSS, Rusia arrendó el cosmódromo por veinte años. Moscú prorrogó el convenio por treinta años más y paga 115 millones de dólares, el 5 por ciento del presupuesto de su agencia espacial, por el arrendamiento de este objeto estratégico.
A lo largo de la historia los grandes poderes generan colonialismos. Pueblan con sus nacionalidades dominantes territorios quebrando las estructuras étnicas y arraigan lenguas y comunidades. La URSS no fue la excepción, como no lo es la China de hoy. El número de rusos ha ido disminuyendo en Kazajistán, pero las relaciones políticas y culturales son muy fuertes. La comunidad rusa es aún el 20 por ciento del total de habitantes. La mayoría de la población entiende el ruso, y no es extraño escuchar declaraciones de los dirigentes en tal idioma, mientras remarcan la importancia de fomentar el idioma kazajo. En 2017, el gobierno aprobó un plan para pasar el alfabeto kazajo del cirílico al latín durante los próximos años.
Los Estados Unidos siguen de cerca lo que acontece en Kazajistán velando por la seguridad de sus inversiones. India hace lo propio; por ejemplo, ha invitado a los presidentes de estas naciones del Asia central a la celebración del Día de la República en Nueva Delhi y tendrá diálogos orientados a la profundización de las relaciones económicas y a compartir las preocupaciones por la situación de Afganistán.
Dentro de la estrategia de política internacional de Colombia que debe materializar nuestro próximo Gobierno, es vital considerar la región centroasiática. En este caso, Kazajistán, con la extensión de Europa occidental, posee el 40 por ciento del uranio, el 3 por ciento de las reservas de petróleo, es productor de carbón y de cobre, de cereales y vinos. Tiene necesidades de café, cacao y frutas tropicales y va a ser un jugador global en los problemas climáticos y en la estabilidad general. Ha de estar en nuestra agenda.
Publicado el 15 de febrero de 2022 en El Tiempo
https://www.eltiempo.com/mundo/asia/kazajistan-un-enorme-pais-poco-conocido-pero-clave-651711